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© Fotografía Quijano

     Historia

1. La fundación de la Hermandad de la Vera†Cruz (1784-1815): antecedentes y primera etapa

  • El Cristo del Océano​

Una tradición de reciente propagación afirma que la talla del Santo Cristo de la Vera†Cruz de nuestra Hermandad fue hallada entre los restos de un naufragio en el litoral noroeste de la Isla de León en la playa de la casería perteneciente a don Luis de Ossio y Salazar. Es una tradición tardía recogida por primera vez por don Salvador Clavijo en su historia publicada ya en 1961, al referirse a la capilla del Cristo: “enclavada en antiguos terrenos de D. Juan de Madariaga, en los que aparecieron la escultura patronímica, entre los restos de un naufragio traído por las aguas a esta parte de la Isla. Se empezó a darle culto en albergue provisional, recibiendo limosnas humildes de los obreros que pasaban por el lugar, camino del Arsenal”.

Playa de la Casería de Ossio San Fernando (Cádiz)

Playa de la Casería de Ossio. © Fotografía Quijano.

El citado autor omite las fuentes de dicho relato, así como se desconoce el posible naufragio y fecha del mismo. Si se admite como correcto dicho hallazgo se deben buscar fechas cercanas a la construcción de la capilla, encontrando que varios autores encuadran el naufragio en torno a 1730/1740. Esta leyenda no es el único caso en la zona ya que las hermandades cercanas de Puerto Real y Chiclana poseen relatos muy similares (y anteriores) que envuelven a sus titulares de cierto misticismo.

Esta milagrosa aparición y el relato que la contiene podría ser una fusión de los orígenes de las imágenes de las otras corporaciones o una imitación de esas historias (ya que en la época de la reorganización en 1891, el romanticismo estaba muy presente en la historiografía nacional). Además, las tradiciones populares de hallazgos de imágenes en poblaciones de costa no solo se limitan al ámbito de la Bahía, por lo que la historia del hallazgo del Santo Cristo bien pudiera estar vinculada a esos relatos. Además, y viéndolo en perspectiva, resulta muy raro el silencio documental de autores románticos isleños como Cristelly, García de la Vega y Monfort, quienes resaltaron todas las curiosidades locales y no aluden en ningún momento a la aparición milagrosa del Cristo de la Vera†Cruz. De ahí la probabilidad de que dicho relato fuese posterior.

 

  • La primitiva capilla del Salvador (1770-1772)

En el año 1770, el maestro albañil don Juan José de Gálvez, junto a 28 personas de su oficio vecinas del barrio del Monte, se dirigen a don Juan Antonio de Madariaga y Aróstegui, propietario de una extensa hacienda en dicha zona, solicitándole la cesión de terrenos para fabricar en ellos una ermita o capilla con el título de San Juan y San Pedro. Madariaga aceptó la propuesta y prometió la cesión de terrenos.

Gálvez y los demás se dirigen además al obispo fray Tomás del Valle (1731-1776), exponiéndole sus intenciones para que pueda aprobar la construcción del templo donde oír misa en los días festivos.  En febrero de 1772, Madariaga dona un terreno a los devotos. Las obras las costearían este grupo de devotos, reservándose el patronazgo Madariaga. Mientras transcurrían las gestiones se cambió el nombre de la capilla, pasando de San Juan a San Pedro a “del Salvador” o de “Jesús Salvador”. El obispo del Valle acepta la donación de la hacienda así como concede el citado patronazgo a Madariaga y permitiendo a los congregantes que empezaran a recolectar limosnas para ayudar a costear la fábrica de la proyectada capilla. Fray Tomás también se reservó el derecho de dar las normas necesarias sobre la erección de la Hermandad del Salvador y sobre la formación de sus constituciones, pero sólo cuando estuviera concluida la capilla.  El edificio se llegó a sacar de cimientos, pero las obras quedaron paralizadas al poco tiempo. Un coste altísimo paralizó el ilusionante proyecto.

 

  • La segunda cesión de terrenos (1775-1784)

Después de paralizarse las obras, tres años después (en 1775) un grupo de diez vecinos (entre los que ya no se encuentra Gálvez) solicitan otra cesión de terrenos para erigir una capilla provisional. Entre esas personas se encontraba don Juan García Quintanilla que sería relevante en este período. Todas estas personas eran vecinas de la collación del Monte y propietarios de casas. Ya no se hacían llamar la Hermandad del Salvador, pero tampoco Hermandad de la Vera†Cruz. Estas diez personas serán las fundadoras de la segunda capilla (y actual), así como de la propia corporación crucera. El cambio de ermita del Monte a Cristo de la Vera†Cruz se dará en los años 1780-1781. Madariaga (marqués de Casa Alta desde 1775) cede en febrero de 1775 los terrenos en el lateral del espacio destinado a la capilla principal. La capilla provisional pasó a ser la actual capilla de la Vera†Cruz.

 

La construcción del edificio se fecha entre 1775 y 1784. Don Juan García Quintanilla será su constructor. En 1778 se presenta un memorial al Cabildo municipal donde se indica que aún no estaba acabada la capilla, así como todavía presentaba la denominación “del Monte”. En 1780 el marqués de Casa Alta manifiesta al obispo Escalzo su malestar por no estar acabada aún la capilla. Madariaga proponía tres opciones: concluir el mismo la segunda capilla, adquirir el patronato como en la primera o que se le devolviera el terreno mayor que cedió en 1772, cancelando así la deuda de la hermandad. Madariaga pensaba que esta segunda capilla podría servir como lugar para inhumar sus despojos mortales y los restos de los futuros marqueses de Casa Alta en un mausoleo. Aunque el marqués de Casa Alta hubiese cumplido sus deseos de edificar un mausoleo en esta Capilla, pocos años después, Carlos III emite un decreto en 1778 por el que se prohíbe realizar enterramientos en las Iglesias.

Capilla del Santísimo Cristo de la Vera†Cruz San Fernando (Cádiz)

Capilla del Santísimo Cristo de la VeraCruz. 

© Fotografía Quijano.

Estamos ante el origen de la capilla del Santísimo Cristo de la Vera†Cruz. La capilla se finalizaría en 1784 de mano de Quintanilla. Cumplido este requisito, pudo procederse a la aprobación de la hermandad según lo decretado en 1772, como veremos más adelante. Los terrenos de la primitiva capilla no edificada fueron adquiridos por el Consistorio municipal que los urbanizará convirtiéndose en lo que hoy es la plaza del Santísimo Cristo de la Vera†Cruz.

 

  • La fundación de la hermandad y los primeros años (1784-1815)

 

En enero de 1784, Quintanilla presenta un memorial al obispo Escalzo para fundar la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera†Cruz tras finalizar la Capilla por donaciones de fieles. Es Quintanilla, por tanto, el fundador de la Hermandad.

Con esta petición se adjuntaron unas constituciones para aprobar la corporación, las cuales constaban de 21 capítulos. De especial interés son los capítulos sexto y séptimo, pues  disponían una procesión de rosario nocturna y el capítulo octavo, que establecía una salida procesional el Jueves Santo por la tarde y que debía hacerse función solemne cada 3 de mayo (Invención de la Santa Cruz).

Estas constituciones fueron aprobadas el 7 de julio de 1784 por el provisor y vicario general de la diócesis con algunas modificaciones y estuvieron vigentes poco más de veinte años. El primer capellán será el padre Juan Evangelista Ximénez, sustituido en 1785 por Vicente Mateos (1785-ca.1800) que organizará cultos a los Dolores de la Virgen en la década de 1790.

Santísimo Cristo de la Vera†Cruz

Santísimo Cristo de la VeraCruz. 

© Fotografía Quijano.

 

Los primeros cultos se celebraron en 1785: dos funciones religiosas (una el 3 de mayo por la Invención de la Santa Cruz y otra el 8 de septiembre en la Natividad de la Virgen. Desde 1796 habrá un silencio documental con respecto a la actividad de la Cofradía hasta el año 1801, aunque la capilla siguió manteniendo su actividad como la procesión que partió de ella en 1786 para la ceremonia de colocación de la primera piedra de la futura Población Naval de San Carlos.

Además, los vecinos de la collación efectuaban fundaciones pías y memorias de misas (la capellanía fundada por Pedro Marín en 1790 entre otras, así como misas rezadas en diversos días del mes y a horarios que favoreciesen a los trabajadores). Entre 1788-1799 se establecen en la capilla un grupo de señoras que practican los piadosos ejercicios de la Madre Antigua, trasladándose posteriormente a la capilla de la Divina Pastora (serán el germen femenino de la Santa Escuela de Cristo). En 1798 es nombrado capellán el padre Bernardo Diosdado que dota de vida a la zona. En 1799 se hace cargo de la capilla fray Cayetano Quijada, mercedario de Jerez, debido a que la Hermandad de la Virgen de las Mercedes (que radicaba en la capilla desde 1795 estaba agregada al convento jerezano). En 1800 la capilla adquiere funciones auxiliares debido a la epidemia de fiebre amarilla.

En 1801 se restablece la corporación de mano de José Carmona como hermano mayor, buscando además apoyarse en los fieles y residentes en la collación. El 3 de mayo de dicho año se celebró función y la primera junta general el 8 del citado mes, donde se renueva la corporación. Desde entonces se llevaron tres libros: uno de acuerdos (juntas que inicia en esa junta de mayo de 1801), uno de cuentas y otro de hermanos. La situación en el obispado no se regularizará hasta 1803 cuando piden al obispo que apruebe y reconozca la antigüedad de 1784. Pese a todo, en ese citado año de 1803 la Hermandad vuelve a quedar inactiva.

Fray Cayetano eleva un escrito al obispo en 1805 donde pide que se restaure a la Cofradía de la Vera†Cruz, bajo el patrocinio de los vecinos de la matrícula del mar (un posible gremio de mareantes). En 1806 se redactan nuevas constituciones que son aprobadas en 1807 y sustituyen a las de 1784. Desde entonces se celebrarán los oficios en la capilla regularmente (1806-1819) aunque se desconoce si la Cofradía realizó sus cultos. Entre 1807 y 1811 la corporación crucera costea el entierro de sus hermanos así como las misas en sufragio de las almas. Finalmente tras la marcha del padre Quijada en torno a 1815-1816 la corporación caerá en un letargo por más de 70 años; fiel reflejo de la propia inestabilidad social y política del país. No será una centuria de esplendor para ninguna Hermandad o Cofradía isleña.

 

2. La reorganización de la Cofradía y la etapa de la Restauración (1891-1931)

Será en la década de 1890 cuando se reactive la Corporación crucera. En 1880 ya se había elevado al rango de iglesia auxiliar a la capilla del Santo Cristo. En el año de 1891 un grupo de nueve jóvenes isleños (entre ellos seis oficiales de marina y dos licenciados en Derecho) acuerdan en reunión del 21/08/1891 la constitución de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera†Cruz y la Virgen de los Dolores en la iglesia del Santo Cristo. Este grupo lo dirigía don Pablo de la Pascua Pantoja.  Se elevará un memorial al obispo de Cádiz para que apruebe los estatutos, contando con el apoyo del arcipreste de la ciudad. El obispo, don Vicente Calvo erige canónicamente la cofradía el 13 de enero de 1892, aprobando los estatutos (de 49 artículos ordenados en 11 capítulos), que serían los terceros de nuestra Hermandad en su historia.

Nuestra Señora del Mayor Dolor Vera-Cruz San Fernando (Cádiz)

Nuestra Señora del Mayor Dolor. 

© Archivo Hdad Expiración.

Se establecen como cultos las fiestas del 3 de mayo y un septenario a la Dolorosa en Cuaresma (desde 1895 en septiembre), destacando además la Exaltación de la Cruz, el Viernes de Dolores, San Juan Evangelista y la fiesta de los Fieles Difuntos. Además se elige el Miércoles Santo como día para efectuar la salida procesional, llevándose a cabo por primera vez en el año 1893. Asimismo se establece el actual hábito penitencial: túnica negra con cola y capirote y fajín de abacá amarillo. En el año 1894, Salvador de la Pascua[1] (vicetesorero reorganizador) dona las imágenes de las Tres Marías para el paso realizadas por el valenciano Vicente Tena.

Santas Mujeres Vera-Cruz San Fernando (Cádiz)

Imágenes de las Santas Mujeres, obra de Vicente Tena (1894).

© Fotografía Quijano.

En 1897 la Hermandad intenta conseguir los títulos de Real y Pontificia (insistiendo en el primer título en 1903, pero fracasa, aunque adquiere gracias e indulgencias del papa León XIII que incorporará a las patentes de hermanos). En esta etapa se plasma el escudo corporativo: cruz griega rodeada de corona de espinas, llevando un corazón en el centro atravesado por un puñal y circundado por una corona de rosas (usado como sello oficial desde 1923).

Se crean en 1892 tres clases de hermanos: activos (los varones mayores de 17 años, con voz y voto en las juntas generales), aspirantes (los menores de 17 años, sin voz ni voto) y honorarios (las señoras, sin voz ni voto). Esta clasificación fue reformada veinticinco años después en los estatutos de 1918, diferenciándose entonces entre hermanos de número (los mayores de 15 años), hermanos honorarios (las señoras) y creándose la figura del hermano protector, la cual aún pervive. Se establece la cuota voluntaria, así como el pago por la patente de ingreso. En dichos estatutos de 1918 se cambia el nombre de la dolorosa pasando de los Dolores al Mayor Dolor.

La duración de los mandatos de las juntas de gobierno era de un año, menos la primera que duró tres. La integraban el hermano mayor, un segundo hermano mayor, un tesorero, un vicetesorero, un secretario, un vice-secretario y cinco vocales. La figura del director espiritual no se regula hasta los estatutos de 1918, al igual que el cargo de mayordomo.

 

En esta etapa de reorganización la hermandad fue presidida por los siguientes señores: don Pablo de la Pascua Pantoja (1891-1894), don José de Erostarbe Bucet (1895-1902), don José Ruiz Rodríguez (1903 y 1906-1910), don Ramón de Pando y Pedrosa (1914-1918 y 1923-1925), don Segismundo García Mantilla (1926-1933) y don Alfonso García Anillo (1934-1936)[2]. La junta se reunía cuantas veces fuese necesario y una vez al año se celebraba junta general ordinaria para elegir la junta de gobierno.

Desde 1893 hasta 1903 la Hermandad procesionaría con regularidad, dejando de hacerlo entre 1904 y 1913 por motivos económicos, y volviendo a salir desde 1914 hasta 1931 de manera ininterrumpida.

Desde su refundación la Cofradía de la Vera†Cruz llamó la atención de la prensa local que alaba el buen estar, la seriedad y la compostura de sus hermanos, así como la elegancia en su cortejo.

Libro de Erostarbe Vera-Cruz San Fernando (Cádiz)

Libro de firmas entregado a Don José de Erostarbe Bucet en 1896, en agradecimiento por su labor en la reorganización de la Hermandad.

En esta etapa histórica la hora típica de salida será las 18:30. Además aportó un recorrido largo y novedoso hasta entonces (debido a que las otras hermandades salían de la calle Real) realizando un receso en la Iglesia Mayor Parroquial (estación menor) que se convertirá en costumbre que aún mantiene. En 1926 La Hermandad estrena un paso dorado y plateado.

Hermandad de la Vera†Cruz San Fernando (Cádiz)

Paso de Misterio de la Hermandad en el año 1920. © Fotografía Quijano.

3. La Vera†Cruz durante la Segunda República y el Franquismo (1931-1975)

Con el estallido de la II República la corporación decide no realizar estación de penitencia en el año 1932. En el año 1935 (junto a la del Nazareno) sería la única en procesionar por las calles de la ciudad. En  1939 radicaba en la capilla la Hermandad de Santa Lucía. En 1942 se estrenó el paso construido por Luís Rugero Esparragosa, hermano comprometido y mayordomo de la Vera†Cruz durante muchos años. Estas andas fueron durante cuatro décadas, símbolo de la Semana Santa isleña[3]. En el año 1944, la capilla del Santo Cristo adquiere titularidad de Parroquia.

Hermandad de la Vera†Cruz San Fernando (Cádiz)

Estación de Penitencia de la Hermandad en la década de los años 40. © Fotografía Quijano.

En 1947 por primera vez hermanos sin túnica portan pértigas tras el paso y se realiza el tallado del Vía†Crucis del paso. La Escuela de Suboficiales donó los dos faroles de guía. En 1949 se recibe escrito del Ilmo. Ayuntamiento de la ciudad suspendiendo la procesión del Miércoles Santo, circunstancia que finalmente no tuvo lugar. En 1951 se solicitó al obispado que la parroquia del Santo Cristo pasase a llamarse del Santísimo Cristo de la Vera†Cruz, que fue denegado aunque al año siguiente fue aprobado. Don Diego Gómez será uno de los hermanos mayores de este período durante más de 25 años. El otro gran hermano mayor del período será don Luis Jiménez García (1967 a 1982).

 

4. La Vera†Cruz hasta nuestros días (1976-)

En 1976 se construye la nueva Parroquia del Santo Cristo, quedando la Hermandad ubicada en la Capilla del Santísimo Cristo de la Vera†Cruz, cuya titularidad adquiriría en 1977.  En ese mismo año se monta el primer Nacimiento por parte de la Corporación, siendo la primera hermandad de la ciudad en efectuarlo, tradición que llega hasta nuestros días.

En 1978 fallecieron don Diego Gómez Ruiz y don Luis Rugero Esparragosa. En 1979 el Obispo Antonio Dorado Soto, bendijo el Monumento al Santísimo Cristo de la Vera†Cruz, erigido en el centro de la Plaza del mismo nombre siendo la imagen una copia del original en bronce del escultor sevillano son Antonio García Guerrero.

Hermandad de la Vera-Cruz San Fernando (Cádiz)

Estación de Penitencia de la Hermandad en el año 1984. © Agustín Hormigo.

Hermandad de la Vera-Cruz San Fernando Cádiz

NHD. Luis Jiménez (qepd) coloca la réplica del Santísimo Cristo de la VeraCruz en el monumento sito en la plaza junto a la Capilla. © Archivo Hermandad

En 1982 se estrena el nuevo paso realizado por el tallista sevillano Manuel Guzmán Bejarano. Con motivo de la Celebración de la Festividad de la Santa Cruz, tiene lugar en el mes de septiembre la primera edición de la Exaltación a la Cruz que estuvo a cargo de don Pablo Quijano Cabezas y se edita el primer boletín de la Hermandad.

En 1983 la Cuadrilla de hermanos Cargadores de la Hermandad de Jesús del Nazareno carga por vez primera el paso, haciéndolo de manera ininterrumpida hasta 2011.

En 1984 se lleva a cabo la restauración de la imagen de Nuestra Señora del Mayor Dolor en los talleres del escultor sevillano don Juan Manuel Abascal Fuentes.

Nuestra Señora del Mayor Dolor Hermandad de la Vera-Cruz San Fernando Cádiz

En 1985 el Cristo es expuesto por primera vez en besapié. En 1986 se realiza el primer acto de Homenaje de 50 Aniversario como hermano en la Vera†Cruz dedicado a Agustín Fernández Pery. En 1987 la Imagen de la Vera†Cruz presidió el II Vía†Crucis que organizó el Consejo de Hermandades y Cofradías en Cuaresma.

Santísimo Cristo de la Vera-Cruz San Fernando Cádiz

En 1988 durante las obras de resanado de la Capilla, las imágenes fueron trasladadas a la Parroquia del Santo Cristo. En 1990 se concede el Escudo de Oro de la Vera†Cruz a María Santísima de la Amargura de la Hermandad de los Afligidos. En 1992 la Hermandad asiste al Congreso Mundial de Hermandades de la Vera†Cruz, que se celebró en la ciudad de Sevilla y se lleva a cabo la restauración de la imagen de San Juan Evangelista por el Doctor en Bellas Artes don Alfonso Berraquero García.

En 1994 la Hermandad colabora económicamente en los gastos de las obras de los nuevos salones Parroquiales durante ocho años. En el año 2000 y por decreto del obispado se aprueba la plena integración de la mujer en todas las hermandades, lo que se hizo efectivo en la Semana Santa de 2001, año en el que salieron en la procesión de Semana Santa las primeras hermanas. En 2003 son aprobados los nuevos Estatutos de la Hermandad, según las directrices emanadas de las Normas Diocesanas para Hermandades y Cofradías.

En 2006 en la Estación de Penitencia del Miércoles Santo procesiona por vez primera, portada en manos de un hermano, la sagrada reliquia del Lignum Crucis. En este año se aprueba en Cabildo el Proyecto de Restauración de la Capilla, realizado por el hermano don Diego Salado Marín. En 2008 las imágenes son trasladadas a la Iglesia del Cristo Nuevo con motivo del comienzo de las obras de restauración de la Capilla de los Titulares, se aprueba el Reglamento Interno de la Hermandad y el 4 de agosto comienza la Restauración de la Cubierta de la Capilla finalizando el 14 de noviembre. En 2009 la Hermandad solicita a la Junta de Andalucía una subvención para realizar una Escuela Taller con la que culminar los trabajos de rehabilitación de la Capilla.

En el año 2017, y tras un sobreesfuerzo económico de la Hermandad y la Parroquia, se produce la reapertura de la Capilla del Santísimo Cristo de la Vera†Cruz, presidiendo la imagen del Santo Cristo el Vía†Crucis organizado por el Consejo Local de Hermandades y Cofradías. Además ese año se estrena una parihuela para el Lignum Crucis que pasará a ser portado por un cuerpo de acólitos revestidos de sobrepelliz.

 

[1] Aunque en la historiografía local se ha referenciado a Luis de Pando como el donante e incluso también se ha hablado de “una distinguida señora”, todo parece indicar que esta persona fue la donante.

[2] Abuelo del escultor local Alfonso Berraquero García.

[3] Tras el cambio de las andas por las actuales de Manuel Guzmán Bejarano, este paso fue vendido a la recién creada Hermandad de la Humildad y Paciencia de la ciudad.

Fuentes:  MÓSIG PÉREZ, Fernando, 2005, Historia de las hermandades y cofradías isleñas; San Fernando, España.

MUÑOZ REY, Yolanda, 2016, La Capilla de la VeraCruz de San Fernando: ejemplo de interpretación popular de la arquitectura neoclásica gaditana, Madrid, España, El Boletín.

QUIJANO PÁRRAGA, Joaquín, 1998, Evocación de un siglo: Archivo Fotográfico Quijano, Cádiz, España, Grupo Publicaciones del Sur.

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