El Barrio del Cristo se convirtió en camino a la Cruz el quinto viernes de Cuaresma
En la tarde del pasado viernes 24 de marzo, quinto de Cuaresma, celebramos por las calles del Barrio del Cristo el rezo del Ejercicio del Vía†Crucis con el Santísimo Cristo de la Vera†Cruz.
Minutos después de las 19.00 horas las puertas de la Capilla se abrían para que el cortejo que precedía a la parihuela del Santísimo Cristo de la Vera†Cruz comenzara su caminar hasta la Parroquia del Santo Cristo para la celebración de la Santa Misa a partir de las 19.30 horas presidida por el Señor de la Vera†Cruz previa al rezo del Vía-Crucis.
Tras la finalización de la celebración eucarística, entorno las 20.30 horas, el cortejo formado por la Junta de Gobierno y colaboradores volvió a formarse en el interior de la Parroquia del Santo Cristo, estando completado en esta ocasión por el Hermano Mayor de la Hermandad de los Afligidos y representantes de los grupos de la Parroquia, así como por los hermanos que así lo desearon. Por su parte, la feligresía, encabezada por el Reverendo Padre don Mario Luis Almario Martín, cerraba el cortejo tras la parihuela del Santísimo Cristo de la Vera†Cruz, portada por la Asociación 'Jóvenes Cargadores Cofrades'.
La primera de las estaciones se rezó en el interior del Templo Parroquial, tras la cual la parihuela con nuestro Titular se postró ante Nuestro Padre Jesús de los Afligidos, titular de la querida Hermandad de los Afligidos, que ya se encontraba en su altar del Domingo de Pasión.
El rezo de cada una de las estaciones se fue sucediendo por las calles del Barrio con gran arropo de fieles y cofrades que acudieron a la cita: Plaza Madre Teresa de Calcuta, Profesor Antonio Ramos, Calatrava, Mazarredo, Churruca, Jesús de la Misericordia, Santa Lucía, Santa Teresa, Calatrava, Méndez Núñez, Bazán, Servando Gutiérrez, Nápoles, Patrona, Capilla del Santísimo Cristo de la Vera†Cruz; interpretándose piezas de música de capilla a cargo de la Capilla de Música de la Banda de Música de la Hermandad del Nazareno.
El rezo del piadoso ejercicio finalizaba a los pies de la Señora del Mayor Dolor con la meditación de la decimocuarta estación.
Agradecemos desde estas líneas la nutrida participación de los hermanos, fieles y devotos; así como la de la Policía Local, acompañando el discurrir de la Hermandad en todo momento.
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